La inyección de $3.600 millones no evitó el tobogán a la recesión
La maratón salarial para estatales, que aún sigue, resultó un placebo. El sector mercantil acusa el impacto del enfriamiento económico.
Sin clientes a la vista, los comercios del microcentro dormitan medio turno, en el otro turno permanecen con persianas bajas y han licenciado a su personal casi obligatoriamente. Con una dotación mínima de empleados, aquellos que no están atendidos por sus propios dueños, el empresariado mercantil definió un drástico plan de contingencia (redujo personal, horarios y salarios) para remar en la crisis, que además no es nueva. Sucede que con los estentores de 2016 se esfumaron las ventas que venían raleadas y comenzó la inactividad. ¿Es una circunstancia estacional o consecuencia de un problema estructural? Como sea, no encaja en un mercado que está por terminar de recibir una inyección de 3.600 millones de pesos desde el Estado a través de los salarios a los empleados públicos en actividad y jubilados. ¿Será que los comerciantes exageran o la situación es verdaderamente complicada? Datos sobre el impacto de la recesión asoman desde todos los cuadrantes, pero se hace ostensible en el sector mercantil, especialmente en los negocios de la peatonal Junín, sus adyacencias, y la calle Yrigoyen al Este. Está en marcha un achique sea que las autoridades lo quieran ver o no. La incógnita es por qué se da el enfriamiento de la actividad si el sector público con 75 mil agentes (repartidos en toda la provincia) es el principal cliente y, por lo que dicen, tiene efectivo. El Ministerio de Hacienda se ufanó, a principio de diciembre, de volcar al mercado 3.600 millones de pesos en 45 días. Sin embargo, la ecuación no cierra, si la inyección financiera hubiese resultado efectiva no habría cesantías encubiertas, vacaciones forzadas y descansos arbitrarios en los negocios. Algo está pasando, quizás hay algún factor que no está siendo considerado. Habrá que ver cómo resulta la próxima inyección. El lunes venidero se reanuda el festival, se pagará el bono extra, $1.300 por única vez y en negro. Habrá colas en los cajeros los días 9, 10 y 11. La semana siguiente (el 16, 17 y 18 de enero) liquidarán el plus-adicional remunerativo, normal y habitual, de $1.700. Y para fin de mes (del 24 al 26) anuncian el sueldo del mes. Tal vez para entonces, el clima soporífero que por estos días invade al comercio se modifique.s