
Columnista
Les pido por favor… no jueguen con la gente
Siento bronca, impotencia, rabia contenida. Todo esto es absolutamente inapropiado para escribir algo coherente y realista, pero intentaré hacerlo. Me duele en el alma porque los conozco, sé de su esfuerzo, escuché la sirena que los llamaba de madrugada, y los ví partir en sus bicicletas, o caminando, para llegar al laburo.

Hoy, en la incertidumbre impuesta desde la inoperancia y la tozudez generalizada, mis hermanos goyanos trabajadores de Massalin Particulares (y sus familias) viven momentos que no hacen falta explicarlos. Y entonces surgen las preguntas, que seguramente tendrán pocas respuestas… porque muchos eligieron no encontrarlas.
La ‘cuestión tabaco’ en Goya y zonas adyacentes no es una problemática nueva. Los cuestionamientos surgieron hace décadas cuando el mundo (para bien) eligió concebir un camino sin fumar, lo cual –vaya obviedad- impactó absolutamente en la principal producción de la zona.
¿Qué se hizo?... ¿Se promovió la diversificación productiva impulsando a miles de familias a buscar otras opciones agrícolas?... ¿La empresa actuó con transparencia y compromiso social buscando a la vez alternativas concretas para continuar trabajando?... ¿Se impulsaron campañas serias para redistribuir los destinos de los fondos públicos evitando que éstos caigan en sacos vacíos del estado gastador?
No voy a perder tiempo para responder cada interrogante.
Puede que a esta altura surja la necesidad de dar nombres, pero no voy a apelar al fácil procedimiento de involucrarme en una u otra trinchera cuando desde uno y otro bando se cansan de disparar al aire, asustando solo a los que están en el medio.
El tema, que se sepa, no pasa por responsabilidades personales sino por un sistema putrefacto que premia a pocos.
Mientras tanto algunos (primos, amigos, parientes) solo esperan rezando. Es por ellos que nos debemos de una vez por toda asumir culpas y actuar en consecuencia… todo lo demás forma parte de la basura ideológica que dan en llamar ‘grieta’.
Por ellos pidamos… por ellos extrememos los esfuerzos… por ellos pongámonos firmes… por ellos esperemos cumplir con la obligación cívica del domingo para después sacarnos las camisetas y ponernos la de Goya… Ellos, en silencio y con las lágrimas de rabia que suelen aparecer a escondidas (pero enorgullecen), esperan respuestas porque solo quieren trabajar… No juguemos con la gente.

Periodista en Radio Dos, Norte de Corrientes y Municipalidad de Corrientes