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La contracara de la realidad

Parte de la expectativa es si, aun con un plan adecuado, le alcanzará el tiempo al flamante ministro Massa para establecer un clima de mínima tranquilidad frente a las urgencias. 

A siete días de cumplir 31 meses de gestión el gobierno de los Fernández (Alberto, el pre­sidente, y Cristina, la vicepresidenta) incor­poraron al Gabinete del Ejecutivo a Sergio Tomás Massa, el tercer pilar de la alianza oficialista. Se desempeñará al frente del Ministerio de Economía que engloba un conjunto de carteras y áreas de admi­nistración estatal, además de las relaciones -es decir, las negociaciones- con los organismos internacionales de crédito. El cuadro de situación es harto complejo, no hace falta abundar en detalles sobre los pesares económicos que arrastran los argentinos. La misión es compleja, quedan 17 meses de mandato. Puede que no alcance, todo dependerá de la ca­lidad de las medidas que anunció anoche y que tienden básicamen­te a frenar el déficit fiscal y gene­rar reservas en dólares. "No hay soluciones inmediatas ni mági­cas", dijo Massa, como quien abre el paraguas frente a la tormenta sabiendo que pese a todo igual terminará mojado.

Parte de la expectativa es si, aun con un plan adecuado, le alcanza­rá el tiempo al flamante ministro Massa para establecer un clima de mínima tranquilidad frente a las urgencias que enfrenta el país. Los próximos dos meses son claves. 

La reacción del mercado, frente a los cambios de fi­guras anunciados en el elenco gubernamental, fue de cautela. Hoy y mañana habrá nuevas señales, pero lo verdaderamente trascendente se hará sentir a partir de la semana venidera. Mientras tanto, en la opinión pú­blica hay sensaciones encontradas: tibios apoyos y mu­cha desconfianza. La condena de la gente al permanen­te zigzagueo político de Sergio Massa influye mucho en las encuestas. Como sea, los números no dan bien.

"Massa en el Gabinete", se titula un informe especial que las agencias D’Alessio IROL-Berensztein sacaron en modo exprés, horas antes de que el ex diputado na­cional llegara oficialmente al Palacio de Hacienda. El estudio se hizo con base en un relevamiento de 500 ca­sos e incluyó tres planteos básicos sobre el desembarco de Massa en Economía (+ Producción + Agricultura) y su impacto en la situación económica, en la política y en las urnas. Las respuestas de los tres terminaron con un reparto similar. 

"El nombramiento de Sergio Massa en el área de Economía supone que la situación económica...", men­cionó de entrada, y los consultados lo completaron así: Para 35%, va a "desmejorar" (para 27% "mucho", para 8% "algo"). Para 32%, "permanecerá igual". Para 27%, va a "mejorar" (para 21% "algo", para 6% "mucho". Un 6% "no responde".

El siguiente planteo, vinculado al reparto de poder interno, fue: "El nombramiento de Sergio Massa re­presenta...". Con estos resultados: Para 43%, "no cambia el control político de Cristina Fernández". Para 23%, "control político total de Cristina Fernández". Para 10%, "algún aumento del control polí­tico de Cristina Fernández". Para 8%, "algún aumento del control político de Alberto Fernández". Para 3%, "control político total de Alberto Fernández". Un 13% "no responde".

Como complemento de esta información, ayer se conoció una encuesta de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agríco­la (Crea), que señala que un 78% de los productores agropecuarios estima que la economía argentina estará peor dentro de un año que en la actualidad, mientras que la mitad proyecta que la situación de su empresa empeorará en el mismo período. Adicionalmente, el 88% de los empresarios percibe que la economía local está peor que un año atrás.

Se trata de las expectativas combinadas más bajas de la última década. La sociedad, los que trabajan, los que producen, están advertidos de la gravedad. Ven una realidad que los 500 invitados de ayer a la Casa Rosada parecen no tener conciencia.