Paraguay comienza a implementar mayor control contra los narcos
Dos narcos se vieron obligados a abandonar 1.057 kilos de marihuana a bordo de una camioneta para escapar de la Policía. El procedimiento fue entre la noche del lunes y ayer de madrugada, en inmediaciones de un puerto clandestino instalado a orillas del río Paraná, en la zona de San Miguel Urbina, distrito de Mayor Otaño, Itapúa, informó la Policía de Paraguay. Fuerte queja de autoridades paraguayas por la falta de medios para combatir en la extensa frontera.

El jefe de la oficina regional del departamento Antinarcóticos de la Policía en Encarnación, comisario Yimmi Vera, informó que poco después de las 23:00 del lunes, una patrullera de la zona se cruzó con una camioneta Mitsubishi L 200 roja, con matrícula BCC 907, en la que dos personas transportaban un poco más de una tonelada de droga, sin ningún tipo de camuflaje.
Todo indicaba que los traficantes se dirigían al puerto clandestino instalado en la zona, desde donde iban a enviar la droga en canoas hacia la Argentina.
Pero cuando se percataron de la presencia policial aceleraron la marcha e ingresaron a una plantación de mandioca, donde abandonaron la carga y escaparon a pie. La matrícula del vehículo está registrada a nombre de Silplicio Monges, informaron.
Por dónde ingresa la droga a Argentina

Al fondo la Basílica. Por aquí ingresa la droga a nuestro país. (ABC Color)
El jefe de la oficina regional de Antinarcóticos de la Policía Nacional en Ñeembucú, oficial inspector Hugo Ortiz, señaló que, de acuerdo a informaciones recabadas pero no corroboradas por agentes a su cargo, los traficantes ingresan desde Ayolas la marihuana producida en el norte del país y aprovechan que se trata de una zona poco habitada para hacer pasar la droga hacia la costa argentina.
“Los traficantes traen la droga por agua desde la zona de Ayolas. De ahí usan las islas deshabitadas del río Paraná para hacer pasar la marihuana hacia el lado argentino. Ahora con la bajante emergieron nuevas islas lo que hace imposible la localización de las usadas como puertos”, explicó Ortiz.
“Se trata de un área con localidades, como Mariscal López y Cerrito, que cuentan con pocos habitantes y caminos de difícil acceso que limitan que móviles se trasladen hasta allí”, recalcó.
También señaló que la oficina regional de Ñeembucú se habilitó hace cinco o seis meses en Pilar y ahora se están proyectando extender hacia el sur del departamento, en la frontera con la provincia argentina de Corrientes.
Señaló también que los traficantes cuentan con mayores recursos que ellos para lograr su propósito, como camionetas todoterreno y embarcaciones de lujo.
Desconocían situación
El oficial inspector Ortiz también señaló que desconocían la implicancia del intendente de Itatí, Natividad Terán, el viceintendente Fabio Aquino y policías de distintos cuerpos y rangos.
ABC Color