“Chela” Gómez Morilla fue declarada Personalidad Destacada de Corrientes
El proyecto ingresó por diputados donde tuvo el acompañamiento de los legisladores. Lo mismo sucedió cuando pasó al senado.
Elsa Elena Gómez Morilla, mejor conocida como “Chela”, es una de las artistas más reconocidas de Corrientes, aunque nació en la provincia de Entre Ríos. Pero sin lugar a dudas tiene raíces litoraleñas, de ahí su afición artística que se traduce en toda esa imagen de la naturaleza, ya que la atrae lo natural, plasmada en su larga, fructífera y exitosa trayectoria de público conocimiento. Precisamente por ello, la Legislatura de Corrientes aprobó el proyecto de ley presentado por la diputada Any Pereyra para declararla “Personalidad Destacada”.
La idea surgió no solo por su trayectoria sino porque además de su vocación artística es también una excelente docente, formadora de artistas plásticos de hoy, y por sobre todas las cosas, hay un valor que la destaca como un ser humano generoso y es la gran cantidad de obras de la que ha sido benefactora donando un porcentaje de la recaudación de la venta de sus cuadros, como por ejemplo para la compra de equipamiento para el servicio de cirugía, además de contribuir anualmente a la capacitación del personal de enfermeros y médicos del Hospital Escuela, entre otros.
En su primera formación Chela se reconoce como pintora tonalista; trabajó con el color como lo hacían en la época del Renacimiento, es decir, los colores puros y los colores saturándolos para llevarlos a la luz con blanco y a la oscuridad ya no aplicando el negro, sino su complementario; no usaba el negro porque se destruye el color al hacerlo. Por eso considera que su formación es académica en cuanto a que la estructura, la organización, era académica pero incorporando el espíritu impresionista, pues estudiaba en sus primeras épocas bajo una cierta estructura clásica pero con la introducción de escuelas nuevas en ciertas áreas.
Chela Gómez Morilla ha ido cambiando en sus diferentes etapas artísticas hasta llegar al color puro en la actualidad. Esos cambios no se produjeron deliberadamente, recuerda, sino naturalmente; son búsquedas pues trabaja todo el tiempo metida en su taller seleccionando colores, mezclándolos hasta obtener formas; de otra manera, considera, no hubiesen salido.
Chela cree que cada obra tiene un transcurso de tiempo. Se trabaja con una relación de espacio-tiempo y por lo tanto a la obra la tiene en la mente y luego la traslada al plano, es decir, allí se produce un primer traspaso de tiempo, entonces también se produce transformación en esos momentos y esas transformaciones se van dando a medida que va elaborando la obra. Cuando la termina, sin fijarse una fecha determinada, es la obra quien “le dice” cuándo está lista y es en ese momento en que deja de trabajarla. Si continúa, corre el riesgo de malograrla. En una acuarela, por ejemplo, puede destruir la obra porque en otra técnica puede rehacer, pero en la acuarela eso no sucede. Todo ese proceso tiene un movimiento, un tiempo, un ir y venir porque al observarla también se está dando el tiempo hoy y el tiempo hoy en esa obra hace que la obra sea actual, es decir, que hoy se la mire y se la pueda reelaborar según la necesidad.