"Ante la pandemia, las emociones mutaron y se adaptaron a la realidad”
El médico psiquiatra analizó, en el marco del ciclo “entre Nos”, la psiquis de los seres humanos ante esta situación excepcional que se vive.

“Es inevitable e imprescindible que frente a circunstancias como las que vivimos haya una respuesta emocional. Por cierto, si no se modificara nuestra condición afectiva y todo lo que significa nuestra condición emocional, no habría conducta adaptativa posible”, dijo a NORTE de Corrientes el psiquiatra Ricardo Simeone, en el marco de un análisis profundo de los cambios emocionales que vive la sociedad en general ante la pandemia de covid-19.
Es tan importante esta posibilidad de adaptación que, si hoy pensáramos de la misma manera que en marzo de 2020 cuando se inició esta situación, nadie hubiera podido soportar el difícil año que se tuvo por delante. “Bastó con escuchar acerca de este virus, ver las terribles imágenes que nos mostraron otros países del mundo y no hizo falta mucho para que todos aceptáramos de buena forma quedarnos en nuestras casas, una respuesta de defensa es buscar refugio”, explicó.
“Esta búsqueda de refugio -dijo- es lo que promueve la conducta adaptativa; no es la racionalidad como muchos creen. Pero, también es cierto que a no mucho de andar algunos nos dimos cuenta que no todo lo que teníamos que proteger cabía en la casa. El trabajo estaba afuera, los vínculos sociales, la diversión, las escuelas, la continuidad de la vida cotidiana estaba fuera de la casa, por lo que, de esa primera respuesta contundente en términos generales de acatar esta sugerencia de distanciamiento social, gradualmente vimos que fueron mudando las conductas”.
Fue en ese momento que comenzaron a abrirse nuevos espacios y surgió la pregunta de cómo hacer, porque muchas actividades se habían detenido. “Sólo escuchábamos la palabra esencial y eso nos llevó a aprender nuevamente. Aprendimos sobre el distanciamiento, el uso del barbijo, de la higiene de manos (sea con agua y jabón o con alcohol) y, sobre todo, distinguir cuáles contactos eran estrechos y cuáles no. Y así fuimos forjando nuevas adaptaciones, como por ejemplo la comunicación virtual”, dijo y puso como ejemplo la charla mantenida en el marco del ciclo “Entre Nos” de este medio que se hizo vía Zoom.
El profesional de la salud mental dijo que sigue vigente la percepción de la amenaza porque si la población mira las cuestiones epidemiológicas, este marzo que está a punto de llegar es mucho más complejo que aquello que fue el punto de partida. “Sin embargo ocurrieron procesos de aprendizaje de los buenos y de los malos, de insensibilización porque se va apagando la intensidad de la respuesta. Y así llegamos a este año de pandemia con una cantidad de conductas que mudaron de estilos y seguramente con muchas conductas pendientes de mucho aprendizaje”, explicó.
Simeone dijo que hay tres categorías de respuestas emocionales ante una situación como la que se vive actualmente. “Primero, la normal donde uno puede pensar que estamos todos los damnificados ante la situación, y por ende, la respuesta emocional se corresponde con el momento que se vive. A ella hay que agregarle dos más. Aquellas personas que ya tenían un padecimiento psíquico y la pandemia no curó nada de las patologías mentales, sino todo lo contrario, hasta que nos pudimos adaptar con encuentros virtuales por ejemplo, y las personas vulnerables que a raíz de esto desencadenaron desde trastornos de ansiedad hasta todo lo que te puedas imaginar”.
Desde su punto de vista, cada persona transitó y transita esta situación como mejor le sale y dado que la pandemia aún no finalizó, habrá que estar muy atentos a los cambios que cada uno pueda tener.s