El registro de alquileres en la Afip y una controversia que atraviesa el mercado
En marzo todos los propietarios tienen que declarar su contrato. Los inquilinos celebran, pero la medida podría disparar los precios.

El “Régimen de registración de contratos de locación de inmuebles (Reli)” establece que deberán registrarse los contratos -propios o de terceros- correspondientes a: Locaciones de bienes inmuebles urbanos, así como las sublocaciones. Arrendamientos sobre bienes inmuebles rurales, así como los subarriendos. Locaciones temporarias de inmuebles -urbanos o rurales- con fines turísticos.
Los propietarios de inmuebles que estén alquilados deberán, a partir del 1 de marzo, inscribir los contratos en el Registro de Locaciones de Inmuebles, tras la reglamentación de este mecanismo que está previsto en la nueva Ley de Alquileres, en lo que se anticipa será una herramienta para evitar la informalidad de las relaciones con los inquilinos.
La medida se reglamentó en la semana que acaba de terminar y aunque encierra un propósito auspicioso tiene aspectos controversiales, el primero de ellos es el escaso tiempo que establecieron para realizar el trámite, apenas diez días.
En la Resolución General 4.933 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) publicada el jueves en el Boletín Oficial, se reglamentó el registro previsto por la Ley de Alquileres sancionada el año pasado. Se estableció que los contratos celebrados a partir del 1 de julio de 2020 y que continúen vigentes, así como aquellos concretados durante marzo de 2021, gozarán de un plazo excepcional para su registración hasta el 15 de abril.
Las entidades que agrupan a los inquilinos destacaron la medida (obligatoriedad de registrar los contratos ante la Afip), al indicar que “se calcula una evasión del 80% en los alquileres de vivienda”, mientras que el sector inmobiliario criticó la disposición por entender que provocará una suba de precios y una menor oferta en el mercado.
Los contratos de locación o arrendamiento deberán ser registrados dentro de los 15 días corridos posteriores a su celebración.
En ese escenario, la organización Inquilinos Agrupados consideró que se trata de una “gran noticia” y subrayó que se estima que ocho de cada diez operaciones de alquileres de vivienda se pautan en negro. “Se abre una nueva etapa en las políticas de vivienda en Argentina. Ahora se podrá saber quiénes conforman el negocio del acceso a la vivienda y quiénes alquilan y bajo qué condiciones”, analizó la entidad en un comunicado. En ese sentido, el presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, Gervasio Muñoz, sostuvo que se trata de “la primera medida para que el Estado pueda llevar adelante políticas públicas para mejorar el acceso a la vivienda”.
“Es una gran herramienta para que empiece a revertirse este incumplimiento casi sistemático de las leyes en materia de acceso a la vivienda de alquiler”, enfatizó en declaraciones radiales.
Por su parte, el director de Reporte Inmobiliario, José Rozados, evaluó que la última disposición, que forma parte de la Ley de Alquileres, no es “beneficiosa para el mercado”. Según señaló, la nueva ley ya viene impactando y provocó una “aceleración en el ritmo de incremento de los precios de alquileres”.
Estimó que la última medida profundizará ese efecto, dado que generó un “aumento del riesgo y el costo para el propietario. Una parte de los propietarios de viviendas, al aumentar el riesgo, consideran que no vale la pena correr ese nuevo riesgo y sacan propiedades del mercado”.
En declaraciones a la prensa, Rozados estimó que esa inscripción ante la Afip va a producir “mayores costos para el propietario y lo que va a intentar es trasladarlo al valor del alquiler”. Claudio Vodanovich, de la Cámara Inmobiliaria, coincidió en que habrá una restricción en la oferta” y remarcó que “con menos oferta y más demanda, suben los precios”.
Rentabilidad de 2%
La Cámara Inmobiliaria Argentina pronosticó que cuando finalice el congelamiento del vencimiento de los contratos el 31 de marzo, los inquilinos saldrán a la “búsqueda masiva de propiedades”, en medio de un déficit habitacional que afecta desde hace décadas al país. En ese escenario, el secretario general de la Cámara, Claudio Vodanovich, alertó: “Estamos en una situación muy difícil y en medio de un déficit habitacional. Lo que va a suceder es que van a vencer todos los contratos de locación al mismo tiempo y van a obligar al inquilino o a renegociar un nuevo contrato o a salir a la búsqueda masiva de propiedades”.
Remarcó: “Lo que necesitamos es generar incentivos para cubrir el déficit habitacional y tener la posibilidad de que se pueda acceder a una vivienda”. En ese sentido pidió políticas para que el “pequeño inversor” pueda adquirir una propiedad con el fin de dejarla en alquiler; “hay una cantidad de medidas que pueden incentivar al rubro y que, a la vez, impulsen a la economía”, dijo.
Respecto a la reglamentación del Régimen de registración de contratos de locación de inmuebles oficializada por la Afip, dijo: “No discutimos que tiene que haber un registro. El tema es que tenemos que visualizar la problemática de la vivienda de la familia argentina”. Explicó que “el ladrillo siempre es una inversión a largo plazo y no con un fin de entrar y salir”.
Vodanovich sostuvo que poner una propiedad para alquilar “no llega al 2% la rentabilidad” y alertó que “si se va el inquilino y se tarda un mes en alquilarla, se pierde la rentabilidad” por ese período.s
El presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires, Armando Pepe, advirtió que la “nefasta” ley de alquileres “va a generar mayores costos” para los inquilinos, pues habrá un aumento importante del precio de las locaciones, sentenció el dirigente, quien también se quejó de que haya que registrar los contratos ante la Afip. “Tardaron ocho meses en la reglamentación de la ley y ahora le dan ocho días a la gente para inscribir los contratos”, sostuvo Pepe y argumentó que esa decisión “va a generar mayores costos, porque una persona que tiene un departamentito en alquiler, ahora va a tener que contratar un contador para que le haga el trabajo. Eso significa mayores costos”, alertó.