Según Guillermo Chas - "el gran desafío de la Justicia es combatir al cibercrimen"
El abogado y consultor afirmó que "el derecho siempre corre atrás de los hechos" y que, por ese motivo, "hay conductas delictivas del mundo digital todavía no están tipificadas en las leyes penales".

Phishing, grooming, hacking, sextorsión y estafas virtuales son algunos de los términos que cada vez escuchamos con más frecuencia y que definen a nuevos delitos que ocurren o se cometen mediante el uso de las nuevas tecnologías.
"En pleno Siglo XXI, no es de extrañar que los delincuentes hayan adaptado su modus operandi para aprovecharse de las ventajas que les ofrecen herramientas como internet para cometer actos ilícitos. Por el contrario, las redes son hoy un nuevo espacio público, donde, al igual que en el espacio público tradicional, se pueden cometer, y de hecho se cometen, numerosos delitos" introduce el abogado Guillermo Chas, quien se especializa en asuntos constitucionales y penales.
El phishing, que viene del ingles fishing, es decir, pescar, es el modo a través de los cuales los ciberdelincuentes buscan acceder a datos sensibles tales como contraseñas, nombres de usuario y demás información necesaria para acceder a cuentas ajenas y, desde ahí, ejecutar distintas acciones delictivas.

"Como su nombre lo indica, mediante el phishing los delincuentes están a la pesca de información. Recurren a numerosos métodos para engañar a la gente y sacarles sus datos, podemos definir al phishing como un perfeccionamiento o modalidad actualizada del cuento del tío" grafica el doctor Guillermo Chas.
Algunos delincuentes cibernéticos tienen altos niveles de sofisticación para que sus engaños resulten más eficaces. Diseñan sitios web muy similares a los de instituciones bancarias o redes sociales, registran dominios con nombres parecidos, y luego salen a la búsqueda de víctimas.
"Por esta razón es fundamental que los usuarios de internet, redes sociales y banca online estén siempre alertas y en modo defensivo. Ninguna empresa, red social o banco pide los datos de acceso a través de correos electrónicos ni aplicaciones de mensajería, por lo que debe tomarse como regla general no facilitar esta información por tales medios" aconseja el letrado.
Para Guillermo Chas "hay dos factores que contribuyen a la proliferación del cibercrimen: por un lado, que la legislación siempre tarda en actualizarse y eso dificulta perseguir y castigar estos delitos eficazmente, y, por el otro, que todavía es incipiente el nacimiento y consolidación de estructuras policiales y judiciales especialmente capacitadas y enfocadas en la prevención, persecución, investigación y sanción de este tipo de delitos."
"Por ejemplo, al día de hoy el Código Penal de la Nación no tipifica el delito de suplantación de identidad, conducta que es más que reiterada en el mundo del hampa digital. Algunas jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires la consideran una contravención, pero a nivel nacional no es un delito penal" ahonda el abogado.
"Hoy el cibercrimen genera pérdidas estimadas en 90.000 millones de dólares por año en Latinoamérica, y el gran desafío de la Justicia es poder combatirlo. La creación de unidades de investigación específicas, como es el caso de las Fiscalías especializadas en delitos informáticos, constituyen políticas públicas no solo acertadas sino también necesarias para afrontar este flagelo" destaca Chas.
"Debe tenerse en cuenta que internet no solo permite cometer nuevos delitos, como es el caso del grooming o acoso sexual a menores a través de medios digitales, sino que además da lugar a nuevas modalidades de comisión de delitos tradicionales, como las estafas. El acceso indebido al homebanking y el vaciamiento de cuentas o la solicitud apócrifa de préstamos son claros ejemplos de ello" especifica el especialista.
"Hay una película que ya tiene varios años, Atrápame si puedes, en la que Leonardo Di Caprio se hace pasar por un estafador, Frank Abagnale, un caso real. A ese hombre, hoy consultor en seguridad que trabaja para el FBI y multinacionales de primer nivel, le preguntaron si con las tecnologías actuales le hubiese sido mas sencillo cometer sus fraudes y respondió categóricamente que sí, que sería muchísimo más simple. Por esa razón, todos tenemos que estar más alerta que nunca, porque hoy cualquier delincuente de poca monta tiene a su alcance herramientas con las que puede perjudicar a mucha gente de a pie" concluyó Guillermo Chas.