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ABUSO EN MANADA EN LA CIUDAD DE MBURUCUYÁ

“Temo porque me cruzo en la calle con mis agresores” 

La joven que denunció haber sido violada por un policía y tres civiles, denunció posible encubrimiento de la jueza a los sospechosos.

Luego de un año del día en que denunció que fue abusada por cuatro hom­bres -uno de ellos, efectivo de la Policía de Corrientes-, la víctima, que entonces te­nía 16 años, clamó por Justi­cia y denunció que los fun­cionarios judiciales inter­vinientes en el caso “están ausentes”. La joven, oriunda de la ciudad de Mburucuyá, habló en un medio nacional para denunciar que “luego de un año, tengo que volver a pasar por todo lo que viví, por todo el dolor, porque me toca cruzarme con mis agresores”. Explicó que vive temerosa ante otro posible hecho violento contra ella y que hasta evita salir a la calle sola. “Tengo que salir sólo con familiares, porque tengo miedo de que me pase algo. Tengo mucho miedo y no sé que hacer cuando me cruzo con ellos”, dijo al refe­rirse a los agresores.

En este contexto sostu­vo: “Estoy cansada de tener miedo y de la falta de justi­cia”. Denunció entonces la inacción de la Justicia y la revictimización que padece por parte de los funciona­rios judiciales que intervie­nen en la causa. “Siento que la jueza y el fiscal están au­sentes. Siento que encubren a los que me agredieron, porque ya pasó un año y la causa no avanzó, pero, ade­más, me señalan como la culpable de lo que me pasó”. Sostuvo además que la jue­za María Mareco y el fiscal Osvaldo Ojeda, “me citaron muchas veces a declarar, a revivir lo que me pasó y a ellos no. Me revictimizan”. Aclaró, además que, si bien son cuatro los sospechosos denunciados, “hay una peri­metral hacia uno solo de los imputados y fue establecida porque mis abogados lo pi­dieron”. 

Es por ello que los aboga­dos que la asisten, los docto­res Gustavo Briend y Ramón Vera, solicitan que las medi­das restrictivas se amplíen a todos los involucrados y que, además, se aceleren los trámites para juzgarlos. “Hay suficiente cúmulo pro­batorio para que esta causa sea elevada a juicio. Existen peritajes químicos irrefuta­bles y hay testimonios, pero la causa continúa en ins­trucción”, sostuvo Vera.

El caso ocurrió el 10 de octubre de 2020, en plena pandemia de coronavirus, cuando existían restriccio­nes y no se podía realizar reuniones. Igualmente, un efectivo policial, de 25 años, había invitado a la jo­ven “Lucrecia”, de 16 a “dar unas vueltas por el pueblo”, y fue así que pasó a buscarla en su vehículo. La víctima denunció que tras esto, el hombre, junto con un ami­go suyo, la habían llevado a una casa donde se realiza­ba una fiesta y donde viven dos hermanos, amigos de ellos. Aproximada­mente a las 4.30, ad­virtió que tenía que irse pronto, y luego de esto, tomó una bebida que le sirvie­ron. Entonces perdió el conocimiento. Lo que recuerda luego es que se hallaba en una habitación donde estaba somnolienta, donde, según denunció, los dos hermanos dueños de la casa habrían abusado de ella. Recordó también que el efectivo policial que la había llevado a ese lugar, la subió nuevamente a su vehí­culo y la sacó de allí. Lo que ocurrió, aproximadamente a las 11.30 del 11 de octubre es que una docente de la lo­calidad, al salir de su casa, halló a la menor dormida y semidesnuda dentro de su vehículo, que había dejado frente a su vivienda. s