Marcado deterioro edilicio en la Facultad de Arquitectura
Graves problemas ponen en riesgo la seguridad de los estudiantes.

Desde que arrancaron las clases y retornó la presencialidad a la Unne, las aulas y los pasillos de las facultades volvieron a colmarse de estudiantes. Después de dos años de pandemia, la vida académica se tornó más activa, y justamente la presencialidad permitió que queden a la vista de todos los inconvenientes con los que se encuentran los alumnos a la hora de asistir a la clases. En ese sentido, en días pasados historias en Instagram del Centro de Estudiantes de Arquitectura de la Unne, mostraron el avanzado estado de deterioro del edificio, no solo en las aulas con el mobiliario destruido, o los sanitarios fuera de servicio o escasamente limpios, sino también en los pasillos donde se advierte claramente filtraciones que llegan hasta cajas de electricidad, justamente en un sector en donde los alumnos hacen fila para ser atendidos en el área de Alumnado. Resulta contradictorio que esto ocurra en una casa de estudios donde se forma a futuros profesionales sobre habitabilidad, calidad de vida y diseños de construcciones adecuadas para la vida.
Es cierto que el Campus Resistencia tiene un área que se encarga de las obras, pero también resulta llamativo cómo los edificios de las facultades de Ciencias Económicas y Humanidades que se encuentran en el mismo lugar, se encuentran en muchas mejores condiciones edilicias, lo que lleva a considerar que se trata de una cuestión de gestión.
Los problemas edilicios no son nuevos, vienen desde hace más de diez años, pero según consultas realizadas por este diario, en los últimos tiempos se han ido agravando los problemas, sin que se subsanen, sobre todo porque se trata de una estructura que tiene más de 70 años. De hecho, antes que fuera transformado en campus universitario, allí funcionó un Hogar Escuela semejante al que existe en Corrientes (hoy transformado en el hospital de campaña), también inaugurado durante la presidencia de Juan D. Perón.
Esta situación de inseguridad edilicia, en el que se multiplican los inconvenientes, fue advertida en varias oportunidad a través de notas presentadas por diferentes docentes de esa casa e inclusive por distintas cátedras. "Es un riesgo real para las personas, para los alumnos, para los docentes y los no docentes que trabajamos a diario aquí"; manifestó al ser consultados por este diario, un profesor que prefirió que se preserve su identidad.
No es extraño que estos reclamos, tanto de los centros de estudiantes como de docentes, surjan en estos tiempos en que tendrán lugar elecciones internas. De hecho mañana, tendrá lugar el proceso electoral para la renovación del Consejo Directivo de la Facultad y en mayo, la elección de Decano. No obstante, más allá de las elecciones y la puja por la gobernabilidad de la casa de altos estudios por los próximos cuatro años, lo que es un riesgo permanente para la seguridad de la comunidad de Arquitectura, es el estado del edificio. De hecho, una alumna opinaba ayer en Twitter respecto de una fotografía del hospital de Castelli (Chaco): "Me recuerda mucho a la Facultad de Arquitectura de la Unne, la diferencia es q además tenemos unos boquetes en el cielorraso que en cualquier momento se nos cae un pedazo encima".s