Día del Trabajador: la CGT les cede el protagonismo a los piqueteros
La confederación peronista no se moviliza. Emitió un comunicado de apoyo a la propuesta del gobierno sobre la renta inesperada.

La Confederación General del Trabajo -CGT- decidió este año dejar liberada la calle a los movimientos sociales, que planean movilizar 300.000 personas a la avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde montarán un escenario en el que expresarán su apoyo a la iniciativa que impulsa el ministro de Economía, Martín Guzmán, para crear un impuesto a la "Renta Inesperada". Será una marcha en la que también se expresarán otras demandas, pero ninguna que lesione frontalmente a la administración de Alberto Fernández, sucede que entre los convocantes hay agrupaciones alineadas a la Casa Rosada que las atiende con abundantes planes sociales.
La fractura en el Frente de Todos condiciona la conmemoración del Día de los Trabajadores, una efeméride que el peronismo reivindica para sí, pero que sin embargo este año quedará diluida por la discordia del kirchnerismo con el Presidente y su círculo aúlico.
La semana pasada, durante la reunión que la cúpula de la CGT llevó adelante en la sede de Azopardo, se decidió no realizar actos ni movilizaciones por considerar que por estos días no hay clima en el país para hacerlo, se justificaron. La central peronista, la que lustra los bustos de Juan Perón y Evita, esta vez ha optado por aprovechar el domingo y reservarse para otra oportunidad. En realidad el horno político está que explota. En paralelo corre todo lo demás.
Los datos de la inflación alarman a la Casa Rosada y a las organizaciones sindicales que ven con preocupación cómo se erosiona el poder adquisitivo de los trabajadores. "Queremos que los salarios estén por encima de la inflación", dijo el presidente Alberto Fernández en los últimos días. Ayer llegó con ese discurso hasta Córdoba y recibió un trato frío del gobernador peronista, Juan Schiaretti.
A todo esto, en la central obrera de militancia peronista reconocen que la decisión de no salir a la calle obedece a la idea de evitar una vinculación con críticas a la gestión del Gobierno en momentos en los que el kirchnerismo arremete contra la gestión del ministro Guzmán por sus políticas económicas y las dificultades para controlar la suba de precios. La presencia de la CGT en la movilización le otorgaría a la manifestación un espesor distinto ya que se trata de una pata sindical clave en la estructura de poder. En la Casa Rosada esperan con esta marcha "recuperar la calle" tras los acampes de otros movimientos sociales, ligados a la izquierda, que exigen mayor asistencia alimentaria y la apertura de planes sociales, lo que el Gobierno no está dispuesto a hacer.
Hoy, los piqueteros amigos de la administración plantearán la Ley por Tierra, Techo y Trabajo, la Ley de Envases, la Ley de Humedales, la Ley de Emergencia Nacional en Violencia de Género.
CARTA
A todo esto, ayer a última hora, la CGT publicó una carta en la que analiza la situación económica del país debido a la alta inflación que impacta en los salarios, y resalta su respaldo al impuesto a la renta inesperada que anunció el Gobierno en las últimas semanas y que generó un fuerte rechazo por parte del campo. Los "gordos" definieron al proyecto de Guzman como "renta extraordinaria".
"Es hora de que los formadores de precios, los grandes especuladores financieros que multiplican sus ganancias en la crisis y los que recibieron una renta extraordinaria producto de la alteración de los mercados por la guerra, asuman su responsabilidad y contribuyan a mitigar una desigualdad social que hoy resulta intolerable", expresó la central obrera en un comunicado que titularon "la Argentina que soñamos es con desarrollo, producción y trabajo".