El misterioso avión retenido en Ezeiza
Un extraño episodio, todavía sin explicaciones claras a nivel oficial, tiene como protagonista a un avión carguero de bandera venezolana que fue "inmovilizado" en el Aeropuerto de Ezeiza, presuntamente a causa de sanciones impuestas desde los Estados Unidos.
También agrega misterio al tema que se les hayan secuestrado los pasaportes a doce ciudadanos venezolanos y cinco iraníes que iban a bordo, y si bien pueden salir del país, deberán regresar a Venezuela o al sitio que quieran en aviones de línea.
Según trascendió, el avión "transportaba autopartes para una empresa automotriz, se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada". Pero a pesar de ello, algunas de las cinco personas con nacionalidad iraní quedaron bajo sospecha de estar conectadas o tener presuntos nexos con las Fuerzas Quds, que responden a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, especializada en guerra asimétrica, además de operaciones de inteligencia militar.
En el marco de un conflicto judicial y diplomático, el abogado Rafael Resnick Brenner, en representación de la tripulación iraní y venezolana, le pidió este sábado al juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, que disponga la restitución del sospechoso Boeing 747, de origen iraní, a la empresa venezolana Emtrasur, devuelva los pasaportes y permita el aprovisionamiento de combustible para que pueda regresar a Venezuela.
Mientras, el gobierno de Estados Unidos le pasó información al gobierno argentino pidiéndole cooperación dadas las sanciones vigentes. Las aerolíneas Mahan Air y Conviasa "están ambas en listas de entidades sancionadas bajo los programas de Sanciones a Irán y Venezuela", respectivamente, explicó un especialista.
Bajo vigilancia
El caso encierra aristas todavía más sospechosas, porque aparentemente el Boeing 747 voló desde Córdoba a Buenos Aires con el transponder apagado, como si quisiera no ser localizado, mientras atravesaba territorio argentino.
Se supo que los vuelos de ese gigantesco avión ya vienen bajo sospecha desde febrero pasado, cuando fue transferido a la compañía venezolana por la empresa iraní Mahan Air, una compañía que Estados Unidos sospecha que colabora con el régimen de Teherán en el respaldo logístico de actividades terroristas