Cara y ceca de la salud fiscal
El conjunto de estados provinciales muestra una posición más sólida que la Nación. Con matices, han cerrado el 2021 con superávit.

Según un informe del Instituto de Investigaciones para la Realidad Económica Argentina y Latinoamericana (Ieral), la situación fiscal de las provincias es levemente mejor que la de la Nación ya que el conjunto de los 24 estados cerró el año pasado con superávit, a diferencia del Estado nacional que concluyó con un déficit del 3% del Producto Bruto Interno (PBI). Esto significa que los gobernadores y el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han sido más prolijos en sus respectivas administraciones, aun con menos disponibilidad de recursos -en todo sentido- que el Presidente de la Nación. La diferencia no es considerable, pero entre el rojo y el equilibrio la diferencia se vuelve notoria. Sucede que entre el déficit y el superávit está más que claro cuál es el mejor resultado.
Por otra parte, en el presente ejercicio, hasta el primer cuatrimestre el conjunto de las provincias viene con una posición fiscal más sólida que la Nación, dicen los especialistas. No obstante, advierten que podrían enfrentar complicaciones en el 2023, un año electoral, en el que además comenzará a impactar fuerte el ajuste obligado por el pago de la deuda.
El estudio del Ieral detalla que en los primeros 9 meses de 2021, el conjunto de provincias exhibía un superávit primario de 1,4% del PIB, y se estima que habrían terminado el año con un superávit de 0,8%, dada la estacionalidad fiscal del último trimestre del año. Se destaca un superávit corriente u operativo de 1,8% del PIB en 2021, el mayor de la década, cuyo excedente se dirige a financiar la inversión pública y el pago de la deuda, en un contexto de acceso muy restringido al financiamiento, señala el documento.
Los valores consignados reflejan un promedio, hay jurisdicciones que han cerrado sus ejercicios con un equilibrio superficial o con déficit menores, tal el caso de la provincia de Corrientes, que no obstante exhibe un orden en las cuentas públicas, sin grandes proyectos.
Para el conjunto de las cinco jurisdicciones más pobladas, los ingresos totales subieron 58% en 2021, o un 4,5% si se los considera a valores constantes. La mayor suba interanual se dio en Mendoza, con un 64% nominal, y el menor aumento en la Caba y Santa Fe (56,6%). En los cinco casos, los recursos totales muestran subas en valores reales.
Los recursos tributarios propios de las cinco jurisdicciones aumentaron un 67% nominal en 2021, o un 11% real. La mayor suba se dio en Buenos Aires (70%) y la menor en Santa Fe (59%). Los recursos transferidos desde la Nación, en cambio, subieron bastante menos en 2021 (54%), explicado especialmente por la caída observada en la Caba (-24%) por el recorte en su coeficiente de coparticipación.
La principal partida de gastos en provincias son las erogaciones en Personal, que subió cerca del 50% en 2021, con una caída real del 1%. Las mayores subas ocurrieron en Buenos Aires (56%) y Santa Fe (55%) y las menores en Mendoza (29%), la Caba (40%) y Córdoba (45%). Cuando se considera el gasto en Funcionamiento (Personal más compra de Bienes y Servicios), el mayor aumento nominal en 2021 se dio en Buenos Aires (58%) y la menor en Mendoza (36%). Corrientes navega a mitad de tabla.
A su vez, los indicadores del primer trimestre de 2022 -correspondientes a la Ciudad Autónoma y tres provincias- determinan que los ingresos totales aumentan un 57% nominal interanual, mientras el gasto primario sube al 58% nominal anual. Significa que este año las erogaciones suben más rápido que los ingresos, y se reduce en términos relativos el superávit fiscal.
Corresponde tener presente que la situación es muy heterogénea entre provincias, pero en todos los casos el desafío es cuidar la salud fiscal, porque la Nación no evidencia mejoría.