El recuerdo de Rubén Darío Casco, a 25 años de su fallecimiento
El 18 de septiembre de 1997 murió en Monte Caseros, en un accidente.

Su hijo, Rubén, lo recordó con emoción ayer por las redes sociales. "25 años, un montón", escribió el joven músico.
Pasaron 25 años desde la trágica tarde del jueves 18 de septiembre de 1997, momento en el que el candidato a gobernador por el Partido Nuevo, Rubén Darío Casco, fallecía en un accidente automovilístico en una desolada ruta vecinal, saliendo de la ciudad de Monte Caseros.
Los hechos marcan que la agotadora jornada de campaña, más esos días intensos de trabajo proselitista, llevaron a una espiral de actividades sin el descanso correspondiente, en una vorágine por recorrer la provincia y llevar a cada uno de los correntinos el mensaje de cambio y participación ciudadana que se experimentaba desde la llegada de Tato Romero Feris a la Gobernación.
Casco, que era el intendente de la ciudad de Corrientes, y que logró encauzar la gestión luego de varios años de crisis, cumplía el objetivo de llegar a cada rincón de la provincia. Lo hacía desde mediados de agosto hasta llegar a las elecciones de octubre, cuatro de los siete días de la semana, y se llevaba ya muchos kilómetros y diálogos que fueron enriquecedores para el candidato y el correntino, que transmitía sus inquietudes y percibía, del postulante, la convicción de llevar adelante la política para el cumplimiento de esa necesidad. Es que la impronta de Tato fue tan contundente que se necesitaba de un político con similares características, y fue el empeño en la Comuna capitalina y sus años además como funcionario del gabinete de Romero Feris que llevaron a la elección como el sucesor en la administración del Partido Nuevo.
Sin embargo, a pocos días de las elecciones, la fatalidad se cruzó en el camino de Casco, del Panu y de los correntinos: a las 16.05 las condiciones del clima seco, sin lluvias, derivó en una extrema polvareda en la ruta y la intención de superar un portentoso camión, que no se pudo ver que del otro lado apareció otro vehículo que finalmente colisionó con la camioneta manejada por el candidato.
Su muerte fue sentida por el pueblo correntino, que masivamente se volcó a la capilla ardiente dispuesta en la casa de gobierno, y su posterior inhumación en un cementerio privado fue una de las muestras más contundentes de congoja, con una caravana de varios kilómetros.
Desde ese momento se agigantó la figura de Rubén Casco, un dirigente político acostumbrado al silencio, al perfil bajo, a la acción directa, y su recuerdo permanece fuerte en la memoria de los correntinos.
El Panu ayer lo recordó con varias acciones, siendo la principal la misa en la parroquia Pompeya, un lugar de especial predilección por Casco, ya que era la iglesia de su barrio.
Al acto religioso asistió su amigo, Tato Romero Feris, en compañía de su esposa Nora Lilian Nazar, y también de varios dirigentes nuevistas de la capital.
REUNIÓN
En el marco de las reuniones que el Panu viene desarrollando en la capital, hoy se hará en el barrio La Tosquera.