Se conmemora el Día Internacional de la Persona Mayor
Es una fecha destinada a crear conciencia del envejecimiento poblacional y la necesidad de tomar medidas al respecto.

EL DÍA INTERNACIONAL INTENTA RECALCAR QUE EL ADULTO MAYOR ES IMPORTANTE POR SU VALOR NO POR LOS AÑOS QUE TIENE. NI PARA MÁS, NI PARA MENOS. CUANDO EL CONOCIMIENTO ES ACUMULABLE SE LO CONSIDERA SABIO Y DEBERÍA SEGUIR SIENDO CONSEJERO.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Persona Mayor, creado en 1990 por la ONU. Es una fecha destinada no sólo a revalorizar a las personas de edad, sino también para crear conciencia del envejecimiento poblacional y la necesidad de tomar medidas al respecto. Esas medidas tienden a ser mundiales y estatales, pero también tienen que ser locales, grupales, familiares y personales.
Los gobiernos nacionales, provinciales y municipales tienen la obligación de crear políticas acordes a ese cambio, asegurando la calidad de vida de la población y sus posibilidades de sustento, tanto en el hoy como en el mañana. Ojalá así sea, ya que lo que hagan o dejen de hacer, signará el destino de todos y quedará grabado con sus nombres en la historia.
A su vez, somos todos corresponsables de las construcciones que hacemos, por eso, la sociedad y las personas que las componemos, debemos tomar conciencia y crear conciencia ya que, si no lo hacemos, el envejecimiento poblacional será un serio problema.
Una población envejecida significa que la proporción de personas transitando la vejez es mayor que la población en edad de crecimiento. Según datos de la ONU, "entre 2017 y 2030, se espera que el número de personas de 60 años o más crezca en un 46 por ciento, de 962 millones a 1.400 millones, superando en número a los jóvenes, así como a niños menores de 10 años a nivel global. En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años mundialmente. Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050".
Tomar conciencia significa cuidarse: con alimentación sana, actividad física saludable y salud mental, bajos niveles de estrés, vínculos nutritivos y recaudos económicos. Reinventarse hacia la mitad de la vida y prepararse para la segunda mitad. Y si uno ya ha envejecido, tomar conciencia es aprovechar la oportunidad de estar vivos, para alcanzar metas pendientes o creárselas, a fin de dejar un mundo mejor.
Tomar conciencia significa también comprender que con la mirada individualista del siglo que partió, probablemente muy pocos puedan sostenerse; la gran mayoría tendremos que buscar soluciones basadas en la solidaridad para hacerlo. Crear conciencia significa transmitir con el ejemplo las buenas prácticas a los niños y a los más jóvenes, pero también sembrar solidaridad en el alma y las costumbres propias y de las generaciones que vienen, sin importar el grado educativo ni el nivel social. La solidaridad tiene que sembrarse en todas partes para que crezca multidireccional.
¿QUÉ ES EL EDADISMO?
El edadismo es la traducción del vocablo inglés ageism (de age, edad) que hace referencia a una imagen negativa y una actitud discriminatoria hacia el viejo, que atenta contra sus derechos fundamentales. Sustentado en los múltiples prejuicios existentes asociados a la vejez, supone por ejemplo que los viejos tienen menos capacidades, mayor lentitud y menos intereses (entre otras cosas) que el joven. Desacreditan su capacidad de nuevos aprendizajes, presuponen falta de deseo sexual, etc. etc. etc.
Estos prejuicios constituyen un peligro simbólico importante no sólo para los viejos actuales, sino para los viejos que iremos siendo viejos con el paso del tiempo. ¿Por qué? Porque "la historia que nos contamos" influye en la historia que vivimos (o viviremos), en una suerte de profecía autocumplida.
Es necesario tomar conciencia de que la vejez es un concepto, pero en la realidad hay vejeces, y al igual que las vidas, cada uno construye la propia con algunas materias primas con que cuenta y también con las historias que se narra. Por lo que mucho más de lo que uno piensa, depende de cada uno.
(*) POR LAURA A. STRUGO . La autora es psicóloga, especialista en Intervención y Gestión Gerontológica y preside la Fundación "Puente a la Vida".