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Retrato inédito de Shakespeare

Si las evidencias sobre su fiabilidad prosperan, un retrato hasta ahora desconocido de William Shakespeare que por estos días está siendo ven­dido por su propietario anónimo mediante un tratado privado sin subasta, se sumaría a la exi­gua galería de imágenes del célebre dramaturgo encabezada por el Retrato Chandos, hasta la fe­cha la pintura más reproducida y validada sobre el autor de "Romeo y Julieta".

Tan enigmática como su vida, un misterio que ha dado lugar a ficciones interesantes como la de la británica Maggie O’Farrell -que en su novela "Hamnet" se atreve a imaginar la vida cotidia­na del dramaturgo-, el rostro de Shakespeare ha dado lugar a conjeturas de todo tipo: la ausencia de retratos, de hecho, ha funcionado para algu­nos analistas en paralelo a la teoría de que no se­ría el verdadero autor de su corpus creativo, bajo el argumento de que resulta inconcebible que al­guien "simple" como él haya podido crear obras geniales como las suyas.

Ninguno de los retratos que se conservan son cien por ciento fiables para determinar que per­tenecen al autor de "Macbeth", aunque hasta ahora el más verosímil para los investigadores ha resultado el llamado Retrato Chandos, general­mente atribuido a John Taylor, aunque su auten­ticidad no ha sido confirmada, lo cual no ha sido un obstáculo para que se convierta en la imagen más reproducida del autor.

Qué dice la prueba

Según el medio espe­cializado The Art News­paper, un examen de la imagen realizado por el Courtauld Institute en 2016 concluyó que los pigmentos eran consis­tentes con el período en el que vivió el dramatur­go y que su buen estado de conservación indica que permaneció en el mismo lugar durante un período prolongado, po­siblemente siglos.

La figura retratada muestra a un hombre calvo y barbudo con ca­misa y jubón, con la útil inscripción en la parte superior izquierda y de­recha del lienzo 1608 y AE (edad) 44, la edad correcta para el autor in­glés en ese momento.