El motor de la economía
Las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba concentraron el 73,5 % del total exportado en 2022.
Las ventas extraordinarias de la Argentina al mundo, esencialmente lo producido por el

sector primario de la economía nacional, permitió alcanzar una cifra récord de ingresos de dólares, como hace mucho tiempo no ocurría. Para que eso sucediera se combinaron una serie de factores que diseñaron un escenario propicio para las exportaciones argentinas: el conflicto bélico que desató Rusia con su invasión militar a Ucrania -situación que persiste- trastocó el flujo comercial de granos, es decir del insumo para alimentos. La ecuación entre escasez de oferta, aumento de la demanda y evolución de los precios internacionales hizo que todo lo que cosecha Argentina tuviera un alto valor de mercado. De esta manera se dispararon las ventas y comenzaron a llegar divisas frescas.
Al contrario de lo que se argumentaba en un principio, la guerra terminó siendo funcional al interés comercial de Argentina. Desafortunadamente el país no está en condiciones de aprovechar estas buenas rachas: todos los dólares que llegaron por exportaciones se fueron con las importaciones. Resultado, las reservas están tan exiguas como de costumbre.
Ahora bien, un repaso al detalle de lo que se exportó permite definir con claridad dónde está el motor económico del país. Si el campo es ese motor, corresponde señalar su ubicación más productiva, aquella que hace la diferencia en las ventas al mundo.
Un informe que difundió ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) precisó que tres provincias, en la franja central de la Argentina, concentraron el grueso de las exportaciones; Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba en conjunto representan el 73,5 % de los US$88.446 millones que ingresaron por ventas al exterior.
Dice el informe, respecto del origen de las exportaciones, que la provincia de Buenos Aires encabezó el ranking con el 37,3 % de las ventas al exterior, seguida por Santa Fe, con el 21,7 %, y Córdoba, con el 14,5 %. En cuarto lugar se ubicó Neuquén -con el 3,3 % del total-, desplazando a Chubut a la quinta posición (2,9% del total) y a Santa Cruz a la sexta, con el 2,5 %.
El listado de las diez provincias más exportadoras se cerró con Entre Ríos en séptimo lugar (2,2 % del total); Mendoza (1,8 %); Santiago del Estero (1,7 %) y Salta (1,5 %).
Al agrupar por regiones, se observa que la Región Pampeana (Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe) explicó el 77,4 % del total de ventas externas. A continuación se posicionó la Patagonia (Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Río Negro y Tierra del Fuego) con el 9,7 % del total comercializado a otros países. Luego se ubicó el Noroeste argentino (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán) con el 5,8 %.
Más atrás se encolumna Cuyo (que comprende a Mendoza, San Juan y San Luis) con el 4,1 % de las exportaciones.
En la cola están las provincias del Noreste (que cobija a Corrientes) con el 1,4 % total de las exportaciones argentinas el año pasado.
La región que comprende a Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones experimentó una mejora de 4,4 % respecto del año anterior, así y todo la perfomance es raquítica. Al menos le fue mejor que a Cuyo que registró una caída con relación al 2021, pero de todos modos el resultado es magro, especialmente si se compara con la región Pampeana que creció 13,1 %, ni que hablar con la Patagonia que subió 42,1 % respecto al año anterior.
El aporte del NEA a la balanza comercial del país (apenas 1,4 %) es el reflejo de una región pobre, que solamente sobrevive.