Abusó de una menor y los familiares le dieron una paliza
El depravado dijo, a la Policía que lo resguardo, que le pegaron para robarle la billetera, pero la coartada se cayó.
Denuncias cruzadas en un hecho confuso: acusaron a un hombre de manosear a una menor cuando fue a comprar a un kiosco, y este que

le habían robado su billetera, lo que por el momento no se pudo comprobar.
El acusado había dicho a la policía que le habían golpeado para robarle la billetera, pero al final parece que no tenía ese elemento, sino que los familiares de una menor, a la que tocó en sus partes intimas, le dieron una especie de escarmiento.
En un primer momento se manejaba el dato de que el abusador era una persona que tenía prisión domiciliaria y tobillera electrónica, para monitorearlo, pero fue descartado.
El hecho fue catalogado como supuesto abuso deshonesto hacia una menor. Ayer, en horas de la madrugada, personal de la comisaría Decimoprimera, luego de un llamado que alertaba de una revuelta violenta -en la que participaban varias personas que estaban golpeando a un sujeto- con tres agentes a bordo del móvil 775 llevaron tranquilidad apaciguando las aguasen el barrio Anahí.
Allí demoraron a un hombre, identificado como B.I.F., de 49 años, en razón de que habría manoseado en la zona de los glúteos a una adolescente de 14 años, quien fue atacada cuando llegaba a un kiosco a realizar compras con una amiga.
El episodio continuó de manera confusa, porque B.I.F. en un primer momento habría dicho que le sustrajeron la billetera, y que para ello lo habían golpeado; pero al parecer la golpiza la recibió por la conducta deshonesta hacia la menor.
Al enterarse los allegados de la joven fueron a buscar al atacante, a quien le dieron una golpiza.
Tanto la persona demorada, cómo la menor y su progenitora: C.G.N., de 40 años, fueron trasladados hasta la división Delitos contra la Integridad Sexual, a fin de proseguir con las diligencias indicadas por el fiscal en turno.
Previamente, y atendiendo también a la salud de la persona demorada, se lo trasladó hasta el hospital Escuela para que recibiera las atenciones y curaciones necesarias a las heridas y dolencias que le habían dejado la golpiza. Luego fue dado de alta, pero continuó detenido, teniendo en cuenta el delito del que se le acusa, "abuso simple", pero podría en poco tiempo recuperar la libertad, con algunas restricciones de acercamiento a la víctima. Medidas que a veces no se pueden cumplir, ya que el acusado vive a pocas casas de la víctima y la distancia de restricción es de 200 metros. La adolescente recibió contención del personal especializado y se le tomó declaración a la madre, quien relató lo ocurrido. La menor solo puede declarar en Cámara Gesell.